Close

#03 SÉ QUIEN REALMENTE ERES

Demasiada gente se esconde detrás de máscaras, incapaces de mostrar su verdadero ser. Para ser íntegros, debemos reconocer nuestras debilidades y estar dispuestos a pedir ayuda. Ninguno de nosotros puede hacerlo solo. La vulnerabilidad es un indicio de fortaleza porque te hace “real”. Muestra tu verdadero ser a tu iglesia, incluyendo tus alegrías, penas, miedos, fortalezas y debilidades. No finjas ni escondas tus luchas, fracasos o problemas. Es la verdad la que te hará libre.

Pasajes BÍblicos

1. El hombre contestó: “La mujer que tú me diste fue quien me dio del fruto, y yo lo comí.”

Cuando éramos totalmente incapaces de salvarnos, Cristo vino en el momento preciso y murió por nosotros, pecadores… Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos.

Entonces Pedro le dijo: “Ananías ¿Cómo pudiste hacer algo así? ¡No nos mentiste a nosotros sino a Dios!”

“Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad”. Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.”

Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad… os que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia.… Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados.

Ahora bien, los hijos de Elí eran unos sinvergüenzas que no le tenían respeto al Señor… [ellos] no hicieron caso a su padre

“—¡No, hermano mío! —imploró ella—. ¡No seas insensato! ¡No me hagas esto!… ¿Adónde podría ir con mi vergüenza?… Pero Amnón no quiso escucharla y, como era más fuerte que ella, la violó.

Ideas para la Acción

Esta semana siéntate a platicar o habla por teléfono con algún miembro de tu comunidad y comparte un área donde estés luchando espiritualmente, un fracaso o un miedo que tengas.

Reflexiones diarias

Adán se equivocó. Así que Dios le dio la oportunidad de reconocer su error. Pero en lugar de eso, Adán culpó a Dios y a Eva. ¿No es esto lo que muchos de nosotros hacemos? Cuando metemos la pata, le echamos la culpa a otros porque nuestro objetivo final es quedar bien. El problema con este acto autodestructivo es que nos engañamos a nosotros mismos para creer: “Si puedo demostrar que no tengo la culpa, entonces puedo sentirme bien conmigo mismo.” Tal autoengaño tiene serias consecuencias: Al tratar de lucir bien, descuidamos hacer el bien, lo que resulta en ansiedad, rabia, resentimiento y profunda pena. La buena noticia es que nuestra fe no requiere perfección sino arrepentimiento. ORA: que asumas tus errores y te arrepientas de las cosas de las que preferirías culpar a los demás. Sé quién eres realmente.

El Cristianismo no es una doctrina moralista que se debe seguir para convertirse en la persona más santa del mundo. Es una invitación donde un Dios poderoso entra en tu vida, dispuesto a abrirte los ojos, ayudarte a superar tus defectos y liberarte. Sin embargo, esto no es una solución rápida. El cristianismo es un viaje y a veces te encontrarás de nuevo en el mismo lugar de pecado, “haciendo lo que no quieres hacer”. Nadie se convierte en una persona justa de la noche a la mañana, pero cuando reconoces y admites tus errores y aceptas la ayuda de Dios, aunque al principio la situación parezca ser peor, en realidad estarás mejorando. ORA: que el Espíritu te ayude a avanzar hacia la vida que Dios tiene para ti. Sé quién eres realmente.

Su iglesia es una comunidad de santos, pero eso no significa que no sea un grupo de pecadores. Ustedes son un pueblo fortalecido por el Espíritu Santo, pero eso no significa que no sea quebranten por el mundo. En tu iglesia encontrarás mentirosos, adictos al trabajo y adictos a la pornografía, y encontrarán personas cuya confianza ha sido rota, que están profundamente heridas, o cuyo matrimonio está cayéndose a pedazos. En resumen, somos personas reales con problemas reales. Somos culpables de cometer pecados y somos quebrantados por el pecado. Así que, si buscas una iglesia perfecta, no lo hagas, porque en el momento en que te unieras a ella se volvería imperfecta. En vez de eso, sé real y agradecido con Dios por Su gracia. ORA: por tu iglesia para que tengas el valor de ser honesto acerca de tu pecado y tus heridas. Sé quién eres realmente.

Somos salvos por gracia. No somos perfectos, y lo último que Dios quiere de nosotros es que demos un espectáculo de lo “grandiosos” que somos. Si la gracia estuvo presente en el principio de nuestra fe, ¿por qué no estaría presente a la mitad o al final? Dios no espera que seas perfecto. Al contrario, te invita a que seas humilde, reconozcas tus luchas y pidas ayuda, para que su poder se perfeccione en tu debilidad. No significa que admitas la derrota, es invitar a la gracia y al poder en tu vida; aceptar que necesitas a Dios y a los demás para estar completo. ORA: que el Espíritu Santo te provea de un espacio seguro o relaciones cercanas que te ayuden a resolver los problemas de tu vida. Sé quién eres realmente.

Muchos de nosotros hemos aprendido a protegernos de ser heridos construyendo barreras o poniéndonos máscaras. Mantenemos nuestra distancia; escondemos quienes somos realmente y nos convertimos en expertos en ocultarnos. No es de extrañar que en muchas iglesias las relaciones sean superficiales y pocos encuentran sanidad profunda por miedo a ser vulnerables. No obstante, en nuestras iglesias muchos en su interior están clamando por alguien que los ame tal como son – individuos confundidos, frustrados, llenos de culpa, y a menudo solos. Cuando desechamos esa máscara religiosa, y nos aceptamos como pecadores confesando nuestros pecados, la sanidad puede ocurrir. De lo contrario, no es posible. ORA: que aprendas a ser vulnerable y a confesar tus pecados, para que puedas ser sanado. Sé quién eres realmente.

En muchas iglesias, existe una presión de aparentar que tu familia tiene que ser una familia “perfecta” y “piados”. El problema es que la Biblia no nos da muchos ejemplos de familias tan perfectas. De hecho, la mayoría de las familias de la Biblia tienen disfunciones significativas. En este pasaje, Eli, el principal sacerdote de Israel, no cumplía con el ideal de la familia perfecta. Como Eli, muchos de nosotros a menudo nos avergonzamos del desorden que existe en nuestra familia, de nuestros problemas matrimoniales o de nuestros hijos rebeldes, como si eso nos hiciera malos cristianos. No pongas “tu mejor cara” el domingo, en cambio, comparte sinceramente tus luchas para encontrar un camino por el cual andar. ORA: que el Espíritu Santo le provea a tu iglesia la gracia para ser una comunidad de individuos imperfecto unidos y solidarios. Sé quién eres realmente.

Todos nosotros pecamos. Pero también se peca contra nosotros. Y ambos tipos de pecado dejan heridas profundas. Muchos de nosotros venimos de familias que albergan dolorosos secretos familiares. Pero en lugar de enfrentar el dolor, nos guardamos las cosas. ¿Te dolió leer este pasaje? Sí debería. Imagina a Tamar gritando las palabras “No, hermano mio” y él la violó de todos modos. Esas palabras o palabras como esas han sido gritadas por miembros de nuestra comunidad de fe, tal vez incluso por ti. ¿Puedes mostrar quién eres realmente en tu iglesia? Porque si no puedes, la personas como Tamar ciertamente no pueden. ORACIÓN: que tu iglesia se convierta en un lugar seguro para gente como Tamar y como tú, donde puedan llevar las cargas y el dolor de los demás. Sé quién eres realmente.

Canciones

Biblioteca MULTIMEDIA

Libros y Artículos recomendados

Videos, sermones y podcasts

Sigue explorando el Shalom contigo mismo