Aparta tiempo en tu semana para dejar el trabajo, la escuela y las demandas estresantes. Confía en que Dios proveerá para tus necesidades cuando guardes el sábado. Camina, juega, duerme una siesta, reúnete con amigos, comparte una comida, haz el bien, muestra compasión o simplemente pasa un tiempo para descansar a solas. Encuentra descanso para reflexionar y disfrutar de la comunión con Dios, tus seres queridos y la creación. Trabaja para vivir; no vivas para trabajar.
Cuando llegó el séptimo día, Dios ya había terminado su obra de creación, y descansó de toda su labor. Dios bendijo el séptimo día y lo declaró santo, porque ese fue el día en que descansó de toda su obra de creación.
Acuérdate de guardar el día de descanso al mantenerlo santo. Tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, pero el séptimo día es un día de descanso y está dedicado al Señor tu Dios. Ese día, ningún miembro de tu casa hará trabajo alguno.
Después Jesús les dijo: —El día de descanso se hizo para satisfacer las necesidades de la gente, y no para que la gente satisfaga los requisitos del día de descanso.
Ustedes no habrían condenado a mis discípulos —quienes son inocentes— si conocieran el significado de la Escritura que dice: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”. Pues el Hijo del Hombre es Señor, ¡incluso del día de descanso!”
¡No! Esta es la clase de ayuno que quiero: pongan en libertad a los que están encarcelados injustamente; alivien la carga de los que trabajan para ustedes. Dejen en libertad a los oprimidos y suelten las cadenas que atan a la gente.
Ideas para la Acción
¿Puedes hacer que tu día libre sea más un día de descanso (Shabbath) para ti y tu familia? Conecta con Dios con música de adoración. Desconecta los aparatos electrónicos un rato o todo el día. Busca el gozo del Señor en la Creación. Coman juntos. Tengan un tiempo en silencio con Dios y oren. Denle prioridad a sentirse plenos en todas las áreas y a la renovación en Cristo.
En el primer capítulo del Génesis, Dios completó la creación. Todavía quedaba mucho por hacer, pero en vez de continuar trabajando en los pendientes de su próxima semana, Dios descansó. Como portadores de su imagen, Dios quiere que sepamos trabajar, así como descansar. A través de nuestros trabajos, tenemos la oportunidad de asociarnos con Dios en su misión en la tierra. Pero Dios también nos pide que nos tomemos regularmente un descanso para tener comunión con Él, disfrutar de la vida y apreciar la presencia de nuestros seres queridos. Siempre hay más trabajo por hacer, pero igual que Dios, acepta el regalo del descanso. Aparta un día en el que el trabajo pase a un segundo plano para que tu cuerpo pueda descansar, tu mente pueda renovarse y tus relaciones puedan florecer. ORA: para que aceptes el descanso como un regalo de Dios. Descansa y reflexiona.
Ninguno de los 10 Mandamientos es tan fácilmente ignorado por los cristianos como el Sabbath (sábado). Nadie dice “El adulterio era una restricción bajo la Ley, pero ahora vivo en un nuevo pacto de gracia”. La orden de recordar el Sabbath permanece. Ignorar regularmente el Sabbath es perjudicial para nuestra salud física, mental, emocional, relacional y espiritual. Necesitamos aceptar nuestras limitaciones y descansar para funcionar eficazmente, tomar decisiones sabias y ser conscientes de nosotros mismos. Por eso Jesús dice que “el sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado”. Tener un día libre para descansar y reflexionar, es un regalo para nuestro propio bien. ORACIÓN: que aceptes el regalo del Sabbath. Descansa y reflexiona.
En nuestro mundo, cuando pensamos en “descansar” pensamos en “dormir”, pero el descansar es mucho más que eso. Descansar puede ser ejercitarse. Descansar puede ser leer. Descansar puede ser comer con amigos. Descansar puede ser escuchar música. Descansar puede ser apagar el celular y no revisar los mensajes por un día. Descansar puede ser adorar a Dios con otros. Guardar el sábado no es cumplir con normas religiosas restrictivas como lo demostró el enfrentamiento entre Jesús y los fariseos; simplemente se trata de disfrutar de la hermosa creación de Dios y de los regalos que te ofrece. Es entender que Dios no sólo desea que le sirvas, sino que se deleita en tu alegría. ORA: en agradecimiento por los regalos que Dios ha puesto en tu vida para que los disfrutes. Ahora, disfrútalos y Descansa y reflexiona.
Guardar el sábado es más que disfrutar la vida; es disfrutar de la vida en comunión con Dios. Dios te invita a su presencia para descansar de la incertidumbre, la ansiedad y la inseguridad que caracterizan gran parte de la vida. Cuando abrazas a Dios y a su misión como el centro de tu vida, aceptas que la vida es más que solo trabajar, recibes el regalo de Dios del Sabbath, y confías que Él tiene el control: tendrás una probada del descanso futuro que Dios desea ofrecer a todos sus hijos. ¿Y qué es eso? Un estado de tranquilidad, serenidad, paz y reposo en el que no hay luchas, ni peleas, ni miedo ni desconfianza. ORA: que no busques en lugares incorrectos el profundo descanso espiritual que sólo se encuentra en Dios. Descansa y reflexiona.
En esta historia de los israelitas, Dios identifica el problema de fondo de por qué algunas personas del pueblo decidieron privarse del descanso del Sabbath que tanto necesitaban: les costaba confiar en que Dios proveería sus necesidades. Del mismo modo, cuando nos negamos a confiar en Dios y nos entregamos a nuestros miedos e inseguridades, no podremos descansar. El estrés y la fatiga resultantes nos llevarán a buscar una sensación de tranquilidad en todos los lugares equivocados. El Sabbath es una invitación de buscar nuestra seguridad y satisfacción en Dios, en lugar de hacer del trabajo un dios. ORA: que Dios te ayude a examinar de qué se trata realmente tu trabajo; y que aprendas a confiar plenamente en Dios. Descansa y reflexiona.
A veces las circunstancias de la vida se convierten en yugos que se sienten tan sofocantes o abrumadores que pensar en descansar es casi imposible. Si estás en un período de angustia y cansancio, puedes estar tentado en buscar alivio en cosas equivocadas. El problema es que esto sólo aumentará tu ansiedad. En su lugar, descansa en Dios, aprende de Jesús, y permítele llevar tu carga y trabajar a tu lado. Esto no significa que mágicamente te quitará toda tu carga. Significa que tu yugo será más fácil de llevar porque él trabajará a tu lado. De esa manera, encontrarás descanso. ORA: por aquellas áreas de tu vida en las que te sientes agobiado y pide ayuda a Jesús. Descansa y reflexiona.
En este pasaje vemos cómo el descanso del Sabbath está ligado a la compasión, la justicia y la restauración. El sábado no es sólo para el beneficio de los individuos, sino para toda la sociedad e incluso la creación. Aquellos que remuevan el yugo de la opresión y reconstruyan sus ciudades serán bendecidos: podrán “disfrutar del Sabbath con deleite”. Honramos el Sabbath haciendo el bien y adorando a Dios a través de nuestra compasión, cuidado y misericordia por los demás, no a través de nuestros sacrificios (Mateo 12:7). En ese sentido, no veas el sábado como un descanso de la vida, sino como un tiempo para reflexionar sobre cómo puedes compartir prácticamente la bondad de Dios con otros en tu comunidad. ORA: que Dios te use para cuidar de Su gente y Su creación con el fin de que ellos también encuentren descanso. Descansa y reflexiona.